Por William Zavaleta Huaccha
wzavaletah@yahoo.es
En relación a la crisis internacional, los análisis expuestos han prestado poca atención a la estructura productiva del país origen, al hacerlo no solo han excluido este ángulo de análisis, sino que se ha relativizado su importancia y por consiguiente sesgado las propuestas de salida a la misma.
Una mirada a la estructura productiva privada de EEUU al 2007 (87.4% del PBI) nos muestra que el Sector Terciario (Servicios) representa 66% del PBI Privado mientras que el Secundario (Transformación) y Primario (Recursos Naturales), 18.1% y 3.2% respectivamente. Es de resaltar que que el Sector Terciario se ha incrementado desde 1950 ( cuando representaba el 46.8% del PBI Privado) en 40.7% . Esta, y otras características (mencionadas en anteriores publicaciones) propias del aparato productivo actual que han venido ha configurar lo que se denomina como una Economía del Conocimiento o Economía productora de bienes intangibles (Bienes físicos cuya estructura es mayoritariamente intangible, como por ejemplo el celular, la computadora, la cámara fotográfica digital, los CDs de softwares,etc.; y Los Servicios entre ellos los Servicios Personales y los Servicios No Personales)
Bajo este fundamento y los expuestos por otros autores, es que nos atrevemos a caracterizar la crisis actual como una Crisis por Desregulación de la Economía del Conocimiento, más aun si consideramos al sector financiero como integrante de esta economía. Por cierto no es la primera crisis en esta, para muestra basta con recordar la crisis de las punto com en los años 2000-2001, de allí que no sea adecuado negar o menospreciar la existencia y/o hegemonía de esta economía, como lo hacen algunos autores.
De que nos sirve esta constatación al momento de verificar sus efectos, mejor aun a la hora de elaborar propuestas de reactivación o transformación de la situación actual. Da lo mismo elaborar propuestas para una economía industrial o de conocimientos? Qué factores de producción apuntalamos en este nuevo escenario? Qué sujetos productivos promovemos, principalmente? A qué economía y /o subsector productivo dirigimos los recursos?,etc.
Para entender mejor las preguntas anteriores, veamos el comportamiento del empleo en EEUU y a nivel global. Se sabe que en el país del norte sólo un 2% de la mano de obra está empleada en la agricultura y un 9% de la mano de obra en la industria. A nivel global al 2006, el empleo en la industria, la agricultura y la economía de servicios representa 21.9%, 36.1%, 42.0% respectivamente, habiendo evolucionado desde el año 1996 desde las posiciones 21.1%, 41.9% y 37.0%. Para una mejor observación veamos el cuadro que al respecto nos presenta la Organización Internacional del Trabajo (OIT):
wzavaletah@yahoo.es
En relación a la crisis internacional, los análisis expuestos han prestado poca atención a la estructura productiva del país origen, al hacerlo no solo han excluido este ángulo de análisis, sino que se ha relativizado su importancia y por consiguiente sesgado las propuestas de salida a la misma.
Una mirada a la estructura productiva privada de EEUU al 2007 (87.4% del PBI) nos muestra que el Sector Terciario (Servicios) representa 66% del PBI Privado mientras que el Secundario (Transformación) y Primario (Recursos Naturales), 18.1% y 3.2% respectivamente. Es de resaltar que que el Sector Terciario se ha incrementado desde 1950 ( cuando representaba el 46.8% del PBI Privado) en 40.7% . Esta, y otras características (mencionadas en anteriores publicaciones) propias del aparato productivo actual que han venido ha configurar lo que se denomina como una Economía del Conocimiento o Economía productora de bienes intangibles (Bienes físicos cuya estructura es mayoritariamente intangible, como por ejemplo el celular, la computadora, la cámara fotográfica digital, los CDs de softwares,etc.; y Los Servicios entre ellos los Servicios Personales y los Servicios No Personales)
Bajo este fundamento y los expuestos por otros autores, es que nos atrevemos a caracterizar la crisis actual como una Crisis por Desregulación de la Economía del Conocimiento, más aun si consideramos al sector financiero como integrante de esta economía. Por cierto no es la primera crisis en esta, para muestra basta con recordar la crisis de las punto com en los años 2000-2001, de allí que no sea adecuado negar o menospreciar la existencia y/o hegemonía de esta economía, como lo hacen algunos autores.
De que nos sirve esta constatación al momento de verificar sus efectos, mejor aun a la hora de elaborar propuestas de reactivación o transformación de la situación actual. Da lo mismo elaborar propuestas para una economía industrial o de conocimientos? Qué factores de producción apuntalamos en este nuevo escenario? Qué sujetos productivos promovemos, principalmente? A qué economía y /o subsector productivo dirigimos los recursos?,etc.
Para entender mejor las preguntas anteriores, veamos el comportamiento del empleo en EEUU y a nivel global. Se sabe que en el país del norte sólo un 2% de la mano de obra está empleada en la agricultura y un 9% de la mano de obra en la industria. A nivel global al 2006, el empleo en la industria, la agricultura y la economía de servicios representa 21.9%, 36.1%, 42.0% respectivamente, habiendo evolucionado desde el año 1996 desde las posiciones 21.1%, 41.9% y 37.0%. Para una mejor observación veamos el cuadro que al respecto nos presenta la Organización Internacional del Trabajo (OIT):
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